Cuando
Luciano Tenorio decidió emprender la odisea de convertirse en triatleta lo hizo
como una meta personal, ni siquiera imaginó que su primera competencia sería una
fecha del circuito nacional con sede en Oaxaca, su casa.
Médico
de profesión y deportista por afición, Tenorio Vasconcelos inició la aventura a
los 40 años con el objetivo de modificar su estilo de vida que lo tenía al
borde de la obesidad.
Tras
siete meses de arduo entrenamiento, además de perder 12 kilos resolvió con su
entrenador participar en la quinta fecha del serial mexicano de triatlón 2012 celebrado en Santa Cruz, Huatulco, en las costas del
sureño estado de Oaxaca, de donde es oriundo.“Sabía
que era un reto difícil ya que es la combinación de tres deportes y hay que
dominarlos, de ellos lo que nunca antes practiqué fue el atletismo porque me parecía aburrido,
hoy sé que no es así” - reconoce y agrega: “…el triatlón me enseñó que en esta
disciplina la competencia es con uno mismo, darse cuenta lo que se es capaz de logar”.
Organizada
por la Federación Mexicana de Triatlón y avalada por la Federación
Internacional de la especialidad, la justa contó con la participación de
deportistas de todo México y, al celebrarse en el mismo lugar un día después la
Copa Mundial, atletas de diferentes
países también hicieron acto de presencia.
“Fue
una experiencia inolvidable, todo el ambiente giraba en torno al triatlón, el
día de mi competición estaba tan ansioso que lo único que me venía a la cabeza
era saltar al agua”.Para el
alumno de Acuarela el objetivo era terminar la carrera y lo hizo en un decoroso
vigésimo octavo lugar de 37 competidores.
“Algunos
más se quedaron en el camino por el golpe de calor o el agotamiento, pero afortunadamente y gracias a mis
entrenadores tanto en agua como en
tierra, a pesar de ser principiante todo el tiempo mantuve la mente fija en mi
objetivo: la meta”
Y lo
que para muchos triatletas es el ´talón de Aquilés´- la natación- para Tenorio Vasconcelos fue el deporte que le
dio la ventaja que a otros les faltó para llegar.“En
Acuarela entendí que hay que aprender a combinar el espíritu con lo físico, es
decir que es la mente la que le dice al cuerpo qué hacer y eso me llevo a nadar
mi prueba en mar con mucha seguridad, a pesar de ser la primera vez que lo
hacía”.
Ahora
comparte su sentir respecto a iniciarse en la práctica deportiva: “A los
jóvenes les diría que aprovechen su tiempo, que se fijen metas difíciles, que
el ambiente deportivo también es excitante; a los adultos les invito a que no
se den por vencidos, por difícil que parezca nunca es tarde para empezar,
conseguir lo impensable y disfrutarlo”.
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