martes, 15 de mayo de 2012

"Nunca es tarde..."


Cuando Luciano Tenorio decidió emprender la odisea de convertirse en triatleta lo hizo como una meta personal, ni siquiera imaginó que su primera competencia sería una fecha del circuito nacional con sede en Oaxaca, su casa.
Médico de profesión y deportista por afición, Tenorio Vasconcelos inició la aventura a los 40 años con el objetivo de modificar su estilo de vida que lo tenía al borde de la obesidad.
Tras siete meses de arduo entrenamiento, además de perder 12 kilos resolvió con su entrenador participar en la quinta fecha del serial mexicano de  triatlón 2012 celebrado en  Santa Cruz, Huatulco, en las costas del sureño estado de Oaxaca, de donde es oriundo.“Sabía que era un reto difícil ya que es la combinación de tres deportes y hay que dominarlos, de ellos lo que nunca antes practiqué  fue el atletismo porque me parecía aburrido, hoy sé que no es así” - reconoce y agrega: “…el triatlón me enseñó que en esta disciplina la competencia es con uno mismo, darse cuenta  lo que se es capaz de logar”.
Organizada por la Federación Mexicana de Triatlón y avalada por la Federación Internacional de la especialidad, la justa contó con la participación de deportistas de todo México y, al celebrarse en el mismo lugar un día después la Copa Mundial,  atletas de diferentes países también hicieron acto de presencia.
“Fue una experiencia inolvidable, todo el ambiente giraba en torno al triatlón, el día de mi competición estaba tan ansioso que lo único que me venía a la cabeza era saltar al agua”.Para el alumno de Acuarela el objetivo era terminar la carrera y lo hizo en un decoroso vigésimo octavo lugar de 37 competidores.
“Algunos más se quedaron en el camino por el golpe de calor o el agotamiento,  pero afortunadamente y gracias a mis entrenadores tanto  en agua como en tierra, a pesar de ser principiante todo el tiempo mantuve la mente fija en mi objetivo: la meta”
Y lo que para muchos triatletas es el ´talón de Aquilés´- la natación-  para Tenorio Vasconcelos fue el deporte que le dio la ventaja que a otros les faltó para llegar.“En Acuarela entendí que hay que aprender a combinar el espíritu con lo físico, es decir que es la mente la que le dice al cuerpo qué hacer y eso me llevo a nadar mi prueba en mar con mucha seguridad, a pesar de ser la primera vez que lo hacía”.
Ahora comparte su sentir respecto a iniciarse en la práctica deportiva: “A los jóvenes les diría que aprovechen su tiempo, que se fijen metas difíciles, que el ambiente deportivo también es excitante; a los adultos les invito a que no se den por vencidos, por difícil que parezca nunca es tarde para empezar, conseguir lo impensable y disfrutarlo”.

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